
El CINEMA NOVO brasileño es un movimiento que tiene como principalcaracterística laproducción de filmes relacionados directamente con losproblemas actuales del Brasil y de América Latina o sea: la mayor preocupaciónde nuestro cine es interpretar y discutir los problemas de nuestra realidad. Comonosotros no tenemos una industria cinematográfico en términos tradicionales comola europea o la americana, el Cinema Novo se reafirma en el estilo de producciónindependiente, donde los directores también ejercen el papel de productores, conel ¤u de mantener la total libertad de expresión. El Cinema Novo también procurarenovar el lenguaje cinematográfico, o sea llegar a un lenguaje propio, particular brasileño o latinoamericano, no imitando los filmes europeos o americanos, sinousando la influencia extranjera sólo cuando es necesaria en el plano de la técnica.El Cinema Novo busca ser un movimiento de cine popular, pero no apelando a losmedios vulgares de comunicación, porque tradicionalmente el cine en AméricaLatina usa el melodrama vulgar, la pornografía, los filmes musicales y lascomedias livianas para llegar al público. Nosotros estamos tratando de ganar nuestro público a través de un cine serio, preocupándonos de los problemas sociales y psicológicos de nuestro pueblo y con un lenguaje nuevo eindependiente. Me interesa en mis filmes el problema de la alienación de lasmasas. En Barravento traté el problema de la alienación religiosa africana sobrelos negros, la fuga hacia los ritos africanos coma evasión de la realidad de losproblemas sociales. Deus e o diabo na terra do sol es la crítica del misticismo delos campesinos frente de sus problemas, o sea, el misticismo como evasión antelas operaciones del latifundio. En Terra em transe es la alienación de las elitespolíticas latinoamericanas (en la mayoría de los casos) cuando son bienintencionados están alienadas en relación a los verdaderos problemas de nuestracivilización, a un conocimiento sociológico e histérico profundo de nuestrarealidad. Este desconocimiento y una pseudomística que lleva a la mistificación delas elites genera las formas más violentas de arbitrariedad política de militarismo,de fascismo y, en suma de actividades políticas retrógradas que impiden eldesarrollo en profundidad de nuestras sociedades. Justamente Terra en transe esun film sobre lo que hay de grotesco, horroroso y podrido en América Latina. Noes un film de personajes positivos, no es un film de héroes perfectos. Terra emtranse trata del conflicto, la miseria, la podredumbre del subdesarrollo. Unapodredumbre mental cultural rima decadencia que está presente tanto en laderecha como en la izquierda Porque nuestro subdesarrollo, además de lasfiebres ideológicas, lo es de civilización, provocado por una opresión económicaenorme. Entonces, no podemos tener héroes positivos y definidos, no podemosadoptar palabras de belleza, palabras ideales. Tenemos que afrontar nuestrapropia realidad con profundo dolor, como un estudio del dolor. No existe nada depositivo en América Latina a no ser el dolor, la miseria; es decir, lo positivo es justamente lo que se considera negativo. Es a partir de allí que se puede construir una civilización que tiene un camino enorme a seguir.Esa es mi opinión sobre el film. Creo que la preocupación fundamental de uncrítico Latinoamericano es, primero, la de clarificar al público sobre el verdaderosignificado de los filmes extranjeros, sean artísticos o comerciales; alertar alpublico que puede leer, con un lenguaje lo más objetivo posible, sobre sus valoreso defectos. Ellos pueden representar un papel importante en la educación yformación de un público.Si expongo esto no es por mera vanidad personal, sino apenas para explicar ydemostrar una idea valida: que la intolerancia en materia de arte es el peor crimenque existe.Porque ocurre que los llamados teóricos del arte o defensores de alguna escuelaartística no tienen ninguna flexibilidad de juicio. Y en arte las únicas obras quefuncionan son las de ruptura, las teorías previas no valen nada sobre todo en lospaíses subdesarrollados. Aclaro que, a pesar de hacer siempre un cine volcado hacia la realidad social,nunca he admitido ninguna forma de demagogia estética respecto a un artepolítico; porque lo que acontece es que existen, muchos intelectuales; escritores,artistas y cineastas que justifican una pésima calidad de la obra artística ennombre de una intención política progresista. Eso es una traición que no admitoporque creo que el fenómeno político, el fenómeno social, solo ganan suverdadera importancia artística cuando son expresadas a través de una obra dearte que esté también colocada dentro de una perspectiva estética importante. O sea, la hermosa frase de Brecht que dice: para nuevas ideas, nuevas formas. Nohay otra salida. De modo que a mí siempre me desagradaron los teorías de artepolítico hechas en términos no sólo de realismo socialista sino también las teoríasdel realismo crítico defendidas por Lukács y todo lo que se escribió sobre arterevolucionario. Especialmente en América Latina, donde se encuentran grandesintenciones en las declaraciones, pero los resultados denotan la más completaalienación desde el punto de vista social político. O sea, autores que combaten laalienación desde el punto de vista social-político realizan filmes que en su mayoríaaparecen profundamente alienados desde el punto de vista formal. Y que están,en el fondo, ligados a los preconceptos culturales colonialistas del cine americanoo europeo. Lo que nosotros estamos tratando de hacer en Brasil es mostrar quees posible crear un cine en un país subdesarrollado. Y que nuestra experienciasirva a los demás países de América Latina. Pero estuve en Buenos Aires y laspersonas allí no entienden, son individualistas, presas de un concepto anticinematográfico; y las que denuncian la alienación económica y política estánalienadas frente al cine. Así no se hacen las cosas. Es preciso que los cineastas jóvenes de América Latina, se unan entre sí. Nosotros quisimos conquistar elmercado europeo porque eso significaba dólares y la entrada de ellos al Brasilpara hacer mis filmes. Aparte, nuestro éxito a nivel europeo ayuda internamente a romper el preconceptode nuestro público contra el arte y el cine brasileños. Esa era nuestra mecánicapolítica. El Cinema Novo es eso: una organización económica estructurada; un filmpuede fracasar, incluso dos o diez pero el Cinema Novo no va a fracasar porqueestamos organizados y eso es lo que importa.Culturalmente cada cineasta hace lo suyo, los filmes del Cinema Novo sonenteramente diferentes unos de otros. Evidentemente, los cineastas queformamos el movimiento tenemos puntos de vista comunes de interés estético,artístico o cultural, pero los filmes de cada uno son diferentes y no hay tal o cualtendencia predominante. Yo no soy portavoz de teoría alguna. Busco mi propiocamino como creo que debe hacerlo cada cineasta de América Latina. Porquesólo así, desarrollando estilos individuales, es que puede surgir un cinelatinoamericano altamente complejo y diversificado.Nuestra concentración, y la de todo cineasta de América Latina, debe ser paraesto: el cine sólo se transforma en poderoso instrumento de comunicación y demodificación del pensamiento de las masas cuando consigue comunicarse. Y noes un solo film el que va a lograr esto. Es una cinematografía es el dominio de unmercado. Porque los filmes para comunicarse necesitan ser exhibidos y para esto,una sala de proyección o un canal de TV. Tenemos que meternos en la cabeza laimportancia de la TV. Pero el cineasta de América Latina quiere todavía ir afestivales, aparecer en Cahiers, todas las ideas subdesarrolladas propias deliberales del siglo XIX. El asunto es otro: es aprovechar la tecnología lo mejor posible para conseguir la mayor comunicación posible.